Doce agujeros negros en el centro de la Vía Láctea fueron encontrados por investigadores de la Universidad de Columbia, utilizando datos del telescopio de rayos X Chandra (de la NASA) con la información del archivo.
Dichos agujeros son adicionales al ya conocido agujero negro supermasivo, llamado Sagitario A, que se encuentra fijo en el centro de la Vía Láctea. ““Los agujeros negros aislados y sin unir son simplemente negros; no hacen nada”, explicó el astrofísico Chuck Hailey. “Pero cuando se unen con una estrella de baja masa, el ‘matrimonio’ emite ráfagas de rayos X que son más débiles, pero constantes y detectables”.
Las ondas gravitacionales son distorsiones más pequeñas que un protón en el espacio-tiempo. Una de las formas en que surgen estas ondas es a través de la colisión de agujeros negros.