El veneno de la araña violinista es sumamente tóxico, se encuentra dentro de uno de los venenos más peligrosos del mundo.
Se llama araña violinista debido a la forma y color de su cuerpo, que recuerdan a un violín, más exactamente a una mancha oscura que tienen en la cabeza. El veneno de la araña parda causa una reacción en el organismo, y es necrosante, es decir, es capaz de disolver los tejidos.
Los Laboratorios Silanes y el Instituto Bioclon, empresa mexicana de grupo Silanes dieron a conocer un antídoto para este veneno, conocido como Reclusmyn, se desarrolló a partir de venenos recombinantes, es decir, la producción fue en laboratorio, innovando de esta manera procesos tecnológicos que evitan la extracción de la toxina directamente del arácnido.
Se informó que el fin de este antídoto es acabar con el cuadro clínico resultante de la mordedura, llamado loxoscelismo.