Unas vacaciones en Turquía se volvieron todo un martirio para unos padres de familia, pues su hija nació inesperadamente durante unas vacaciones en la ciudad de Marmaris, y denuncian que la han “tomado como rehén a la bebé” en el hospital, porque ellos no podían pagar los más de 100.000 euros de gastos médicos que el nacimiento y tratamiento de la bebé prematura había ocasionado.
Sus progenitores denuncian que el hospital se negó a dejarles salir, incluso cuando la niña estaba lista para hacerlo, hasta que la deuda por el tratamiento de la pequeña, que ascendía a una cantidad superior a 1.200 euros por día, quedara saldada, según el periódico británico The Sun.
La recién nacida pasó 77 días antes de estar recuperada para poderse marchar a casa después de semanas de disputas con su compañía de seguros.
Adele, de 28 años, le contó al periódico que el tratamiento que recibieron fue “cruel” y añadió: “Solo podía verla durante diez minutos al día y no me dejaron alimentarla, solo pude abrazarla dos veces en todo el tiempo que estuvo en el hospital.”
La madre ha denunciado que no dejaron entrar a su marido en la habitación cuando tenían retenida a su hija y que no le dejaron tampoco estar presente en el parto.
Desesperada, la madre de Brandon, Karen, creó una página en GoFundMe para que quien quisiera ayudara a la pareja a costear la alta deuda.
En agosto, más de dos meses después de que Ayda hubiera nacido, la angustiada Adele escribió en Facebook: “Disgustados por la forma en que nos trataron tanto la compañía de seguros como el hospital.
“Los del seguro se niegan a pagar o incluso a cobrar hasta que lleguemos a casa y al hospital no deja salir a nuestra hija hasta que se haya recibido el pago.”, añadió.