Las nuevas medidas para el sistema de pensiones en Argentina no cayeron del todo bien en la ciudadanía, y las protestas no se hicieron esperar en la capital. Miles de argentinos salieron a las calles a recriminar al presidente Macri y al congreso, las nuevas reformas al sistema de pensiones, que al parecer de la población en general, representa un golpe bajo a la economía de quienes ya están retirados o en proceso de serlo.
En medio de una huelga general y tras 17 horas de debate, la reforma aprobada modifica la fórmula de actualización de los haberes, algo que el Gobierno cree permitirá a los jubilados ganar más en 2018, mientras que la oposición y sindicatos insisten será una fuerte rebaja.
Los enfrentamientos en las calles de Buenos Aires han dejado a 70 personas detenidas, policías y ciudadanos heridos, algunos de gravedad, ante el repliegue de ambos bandos, unos exigiendo sus derechos y los otros tratando de contener el orden.
El problema central de este caos sobre el sistema de pensiones, es que no hay la información suficiente hacia el ciudadano que se cree afectado, tal y como lo expreso un miembro del congreso argentino: “Como es un tema tan sensible, creo que a lo mejor debería el Gobierno haber explicado más”.
Los congresistas que apoyaron este nuevo sistema de pensiones aseguran que los ingresos de los jubilados estarán siempre por encima de la inflación: “El Gobierno ha hecho estudios y ha trabajado sobre una fórmula que se aplica en muchos países que cree es mucho más previsible para los vaivenes. En 2014 y 2015 perdieron ingresos los jubilados, después ganaron. Acá le garantiza que nunca va a estar debajo de la inflación”.
Por último el Presidente Mauricio Macri declaró que: “Toda esa violencia que vimos la vamos a enfrentar junto a la justicia, para entender quiénes son los responsables” por lo que se espera mayor represión hacia las protestas y hacia quienes han orquestado este movimiento.