Más 10 mil 200 fans de Roger Waters, exintegrante de Pink Floyd, convirtieron la Arena Monterrey en foro político en contra del racismo del presidente estadounidense, Donald Trump y su proyecto de construir un muro en la frontera con México.

“Resistan” fue la premisa del músico y compositor inglés, palabra que fue lo mismo usada en las camisetas portadas por una docena de niños regiomontanos quienes en el escenario ejecutaron la coreografía de Another Brick en The Wall parte 2, como en las grandes pantallas que descendieron del techo para dividir en dos el auditorio.

Waters y su banda iniciaron el primero de sus dos conciertos en Monterrey a las 21:20 horas, ante una audiencia que coreó intensamente varios de sus temas más populares.

Durante el intermedio de 20 minutos, con la banda tomando aire y el público comprando y bebiendo aperitivos, la pantalla fue proyectando frases que invitaban a resistir a la censura en internet, al antisemitismo, al racismo, la violencia hacia las mujeres y los migrantes, y sobre todo a las políticas de Donald Trump y de otros presidentes de naciones extranjeras.