La noche más importante de Hollywood, la entrega de los Oscar, fue también la de menor audiencia.
La edición número 93 de los premios de la Academia trató de cubrir un año perdido en el cine con una carga de intriga. La ceremonia incluyó un cambio de sede que permitió un público sin mascarilla, una producción de estilo cinematográfico que dirigió el director Steven Soderbergh y un cambio en el formato con un final sorpresa. Pero nada de eso pudo salvar a los Oscar de registrar los menores índices de audiencia en su historia, por un margen considerable.
La actividad favorita de la Generación Z amenaza a Hollywood
Un estudio de la firma consultora Deloitte que analiza la brecha generacional en el contexto del entretenimiento doméstico ha mostrado que para la ‘generación Z’ (los nacidos entre 1997 y 2007) los videos, ya sean películas o programas de televisión, no son una prioridad.
Eso podría acarrearle problemas a Hollywood, que ya está enfrentando una dura competición por parte de los videojuegos y de redes sociales como TikTok y Snapchat. Si bien los ejecutivos y los productores esperan que los adolescentes cambien sus hábitos y con el tiempo se vuelvan como sus padres, los investigadores de Deloitte aseguran que eso no es probable que ocurra.
En combinación con el comportamiento de las nuevas generaciones como la situación actual la premiación en vivo de los premios Oscars tuvo una gran disminusión de televidentes en comparación al año pasado. Sin embargo el contenido de los Oscars aumento en redes sociales como Instagram y tik tok en donde radican sus principales visualizaciones.