El Ejército israelí ataca desde aire y tierra, con fuerzas apostadas en la frontera, y más de 150 objetivos, principalmente subterráneos, en la mayor escalada del conflicto de los últimos siete años.
El fuego se desato durante más de 40 minutos sobre la franja de Gaza en el quinto día de hostilidades. Israel ha lanzado a primera hora de la madrugada de este viernes una ofensiva a gran escala por tierra y aire contra Hamás, en una intervención sin precedentes desde la guerra de 2014.
Más de 550 andanadas de disparos de la artillería y los carros de combate concentrados en la frontera del enclave se sumaron a los bombardeos masivos de 160 aviones de combate con 450 misiles contra más de 150 posiciones de las milicias gazatíes.
El principal objetivo del ataque coordinado fue la destrucción de gran parte de la red de túneles interna, formada por kilómetros de pasadizos, por la que se desplazan los combatientes de Hamás hasta las rampas de lanzamiento de cohetes y los puestos de ataque en las proximidades de la línea divisoria con Israel, según ha informado un portavoz militar a primera hora de esta mañana.
El Ejército israelí había confirmado inicialmente la entrada de soldados al otro lado de la valla de separación con Gaza, pero poco después otra fuente oficial castrense aclaró que se había producido un fallo de comunicación y que las tropas no habían penetrado en el enclave palestino.
Los responsables de Hamás han enviado señales de su disposición a un alto el fuego en nombre de las milicias de Gaza, según informa Al Jazeera, pero Israel mantiene su rechazo a una tregua mientras sigan cayendo proyectiles sobre su territorio. Más de 1.700 cohetes han sido disparados desde el lunes, de los que 300 cayeron dentro de la Franja, sobre el sur y el centro del país.