Los pasivos ascienden a 19 mil millones de pesos, lo que pone en riesgo su operación para julio.

Para julio el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE)tendrá problemas para operar porque está en “quiebra financiera”, alertó el director de Normatividad, Administración y Finanzas, Mario Zenteno Santaella.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Salud del Senado, detalló que los pasivos que dejaron administraciones anteriores llegan a los 19 mil millones de pesos, de los cuales 10 mil millones se incrementaron sólo en el último año.
Ello, destacó, ha dejado en quiebra al ISSSTE, y “nos faltan 22 mil millones de pesos para operar”. Advirtió que se actuará en consecuencia presentando las denuncias debidas por daño patrimonial en las finanzas del instituto.

“Esa es la quiebra financiera que tenemos y prácticamente vamos a tener problemas para operar en julio, si no hay ampliación líquida, si no nos pagan los estados lo que nos deben, las secretarías… “Estamos operando en austeridad a todo lo que da, en el instituto pagamos alrededor de mil millones por año de pasivo. Mucho de este pasivo se hizo sin suficiencia presupuestal, o sea que hay daño patrimonial”, señaló.

Zenteno Santaella denunció que se compraron medicamentos a sobreprecio, lo cual rebasó mil por ciento del costo real. Sin embargo, dijo que pese a la mala situación en que han encontrado la institución aún es tiempo de rescatarla.

Ofreció tener resultados en la reingeniería administrativa para octubre y reconoció a los “extraordinarios” médicos y enfermeras que laboran en el ISSSTE, quienes, indicó, tienen buena relación con la dirección.

“Ya estamos actuando con la nueva ingeniería administrativa, estamos controlando el gasto, no podemos seguir en ese tenor… espero que en octubre que nos volvamos a ver podamos hacer un planteamiento muy claro de cómo se ha avanzado”, dijo.

Ayer, siete funcionarios del Issste, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del sistema de salud de Petróleos Mexicanos (Pemex) reportaron a los senadores la situación en que encontraron estas instituciones en materia financiera.