Estres financiero

Cognición disminuida, afecciones en piel y cabello. Así es como la tensión por la situación económica afecta tu cuerpo.

En el 2020 el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México llevó a cabo la encuesta “Estrés, causas y consecuencias en la salud” donde se reportó que casi 80% de los mexicanos experimentaba estrés al menos una vez por semana y que el factor económico es la segunda causa más importante de esto.

Vivir en constante preocupación por saber si terminaremos la quincena con suficiente dinero o si podremos pagar las deudas, no es normal. Poco a poco, y a veces sin darnos cuenta, el estrés financiero afecta nuestra vida familiar, profesional y sobre todo nuestra salud.

El estrés no es algo que imagines o solo esté en tu cabeza, en realidad se trata de una respuesta fisiológica ante una amenaza. Cuando estás frente a una situación que pone en riesgo tu vida, tu cuerpo entra en modo de “lucha o huida” y produce adrenalina, una hormona que aumenta el ritmo cardiaco, el pulso y la presión sanguínea, lo que te prepara para lanzarte a la lucha o huir de la potencial amenaza.

Cuando no tenemos control de nuestras finanzas y empezamos a sentir estrés, nuestro cerebro interpreta la situación como una amenaza para nuestra vida y pone en marcha el mecanismo de lucha o huida.

¿Cuáles son los principales efectos que puede generar en nuestro cuerpo?

  1. Funciones cognitivas reducidas

Cuando estamos en estado de estrés, nuestro cerebro está en modo de supervivencia, no en modo memoria, por eso nos volvemos olvidadizos, distraídos y llegan a experimentarse lagunas de memoria durante acontecimientos traumáticos. Además, el estrés promueve la inflamación, lo que puede llegar a afectar la estructura cerebral, generando otro tipo de enfermedades.

 

  1. Alteraciones gastrointestinales

El sistema nervioso entérico se encuentra en el aparato gastrointestinal y se conoce como nuestro “segundo cerebro”, pues funciona mediante el mismo tipo de neuronas y neurotransmisores que los del cerebro y la medula espinal.

Esta conexión cerebro-intestino explica porqué cuando una persona se estresa lo suficiente como para desencadenar la respuesta de lucha o huida, comienzan a aparecer síntomas gastrointestinales (como digestión lenta, dolor abdominal, colon irritable, algunas formas de gastritis, náuseas, diarreas, inflamación), ya que el cuerpo desvía toda su energía para hacer frente a la amenaza percibida.

 

  1. Afecciones en piel y cabello

Cuando enfrentamos un estrés excesivo podemos experimentar alteraciones cutáneas como descamación, resequedad y comezón, mientras que enfermedades como el acné y la rosácea suelen exacerbarse. Incluso, recientemente investigadores de Harvard descubrieron que el estrés agudo causa el agotamiento permanente de las células madre, las cuales incluyen a las células madre regeneradoras de pigmento en los folículos capilares, lo que provoca la aparición temprana de canas.

 

  1. Trastornos menstruales

Cuando las mujeres se enfrentan a altos niveles por periodos prolongados, es posible que los ciclos menstruales sean más dolorosos, irregulares o incluso dejen de presentarse (amenorrea). Situaciones más avanzadas pueden conducir a esterilidad o infertilidad, ya que las hormonas sexuales y las hormonas que se producen por estrés son reguladas por la misma glándula: el hipotálamo.

 

  1. Sexualidad y sistema reproductivo

De acuerdo con el American Institute of Stress, es frecuente que durante momentos de mucho estrés se pierda el deseo sexual. Cuando el estrés se vuelve crónico, es probable que los niveles de testosterona de un hombre comiencen a disminuir algo que puede interferir en la producción de esperma y causar impotencia o disfunción eréctil.