La pizza es la comida más etiquetada en Instagram, con alrededor de 35 millones de menciones.

Es un número superior a las etiquetas de Beyoncé y Kim Kardashian combinadas
Ese apetito por tomar fotografías de la comida está influyendo en toda la industria de la hostelería.
Desde la decoración hasta los menús de bebidas, todo debe estar listo para aparecer en Instagram.

Buen negocio
La instagramera Rebecca Milford, que edita la página web Bar Chick, dice que una excelente fotografía puede resultar directamente en una subida en las ventas para los restaurantes.

“Tengo amigos que van a la cuenta de Instagram de un restaurante y eligen lo que van a comer según lo que ven”, cuenta.
“Ni se molestan en mirar el menú. Las fotos deben tener un atractivo que merezca la etiqueta foodporn, también hay #quesoporno #yemaporno; lo importante es lo que irradia”, explica.

Natalie Seldon, estilista de comida y escritora, sostiene que la composición de la imagen también es clave.
“Cuanto más de cerca, mejor. A la gente le encanta ver la comida grande en pantalla. Y las capas también son excelentes, especialmente con las hamburguesas”, aconseja.

“Afortunadamente hay buenas herramientas de edición. El otro truco es usar algo como un iPad u otro teléfono como luz adicional”, añade Seldon.
Los equipos contienen entre otras cosas un pequeño foco, una fuente de alimentación, una lente de ojo de pez y un palo selfie.

Y si bien la comida es la gran estrella, el apoyo en redes sociales de una celebridad humana puede suponer un punto de inflexión.