El presidente de EE UU, Joe Biden, anunció este jueves que ha llegado la hora de frenar “la epidemia” de violencia generada por las armas, que considera una “vergüenza nacional”. El mandatario lanzó un paquete de medidas que, entre otras cosas, busca endurecer el control de la venta de kits para fabricar en casa armas sin número de serie.

Los intereses partidistas han impedido hasta ahora que en el Congreso se tomen medidas más contundentes. Biden no parece dispuesto a forzar el cambio de manera unilateral, pero sí a tomar una serie de iniciativas que, aunque más limitadas, son al menos un punto de partida. En una declaración en la Casa Blanca, el presidente dijo que ya había habido suficientes “oraciones” y que era hora de “actuar”.

Cerca de 40.000 personas mueren al año en Estados Unidos víctimas de las armas. Según datos de la Administración norteamericana, 2020 marcó un récord en homicidios provocados por armas en Estados Unidos, donde hay más de 400 millones de armas en manos de ciudadanos de a pie (sobre una población que supera en poco los 330 millones de habitantes).

Biden anunció una serie de acciones ejecutivas destinadas a problemas concretos. La Administración quiere frenar la proliferación de las conocidas como “ghost guns” (armas fantasma), o armas de fabricación casera. Se trata de kits que permiten montar, en poco más de media hora, un arma de fuego, que no se puede rastrear por carecer de número de serie.

El presidente ha ordenado al Departamento de Justicia que presente en 30 días un plan para “ayudar a frenar el incremento” de este tipo de armamento.