De no lograr la candidatura a presidente de la republica de manera independiente, Marichuy, la también representante de pueblos indígenas y del EZLN, asegura que este proyecto no se queda en buscar solo la presidencia de México sino de construir una red en beneficio de los sectores marginados.
A 40 días de que concluya el periodo de recolección de firmas en apoyo a aspirantes ciudadanos a la Presidencia de la República, la médico tradicional María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, (quien fue nominada por 44 pueblos originarios agrupados en el Consejo Nacional Indígena, en mancuerna con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional), sólo ha logrado recabar 14% de las firmas requeridas para que su nombre aparezca en la boleta electoral.
Según el último corte del Instituto Nacional Electoral, Marichuy ha recibido 129 mil 904 firmas de respaldo, por lo que aún requiere el apoyo de al menos 736 mil 702 personas para que pueda obtener el reconocimiento como candidata ciudadana a la Presidencia, y participar en las elecciones del próximo 1 de julio.
Efectivamente, reconoce Marichuy, en entrevista, “el levantamiento de firmas ha sido lento, porque vamos con la idea principal de que (de la campaña de recolección) tiene que surgir organización y es lo que hemos dicho en los distintos lugares que ya visitamos: que no vamos de aquí a la elección de 2018, sino más allá”.
Por ello, afirmó la aspirante del movimiento indígena-zapatista, “claro que ya tenemos previsto qué vamos a hacer en caso de no quedar. No participamos de este proceso sólo por quedar, eso es parte. Pero para nosotros lo más importante es el acercamiento con los demás sectores de la sociedad, que es lo que va a quedar para después, y en el Congreso Nacional Indígena hemos platicado sobre (el plan de crear) nueve grupos de trabajo”.