Las medidas para frenar la proliferación del COVID-19 obligan a cambiar las rutinas y hábitos de la población, especialmente en el caso de las personas mayores, que deben cuidarse más que nunca para mantener un adecuado bienestar. A continuación las recomendaciones para cuidar la alimentación.

Cuidar la hidratación y la actividad física diaria es muy importante

Hay que procurar mantener una cuidada hidratados y beber de 6 a 8 vasos de agua como mínimo al día repartidos entre las comidas y entre horas, sin esperar a tener la sensación de sed. Para ayudar a llegar a este objetivo se puede aumentar la ingesta de zumos o batidos a base de frutas como tentempié, que ayudarán a hidratarnos y aumentar la ingesta de vitaminas. Todas estas recomendaciones se pueden combinar perfectamente con suplementos nutricionales para contribuir a completar los requerimientos nutricionales.

Por otra parte, la limitación para salir de casa puede hacer más difícil poder hacer ejercicio. Para evitar el sedentarismo hay que aplicar algunas rutinas durante estos días que ayuden a mantener la actividad física. Puede ser realizar alguna serie de estiramientos o ejercicios moderados una vez al día. Existen múltiples opciones que se pueden seguir a través de Internet o las redes sociales, o alguna tabla de ejercicios que pueda recomendarnos el médico. También es conveniente realizar actividades que podamos hacer durante el día en casa para fomentar el movimiento como realizar las tareas del hogar, cuidar las plantas para evitar pasar largos periodos de tiempo en el sofá.

Por otra parte, los cambios en las rutinas, la falta de horarios y sentir ansiedad o estrés ante las noticias puede alterar el descanso. Conviene acostarse y levantarse siempre a la misma hora, durmiendo las horas adecuadas y con un sueño de calidad.