El presidente Donald Trump insistió en su campaña de presión a Corea del Norte, advirtiendo que si el régimen “hiciera algo” a Estados Unidos o a un aliado estadounidense, “les pasarán cosas como nunca pensaron que fuera posible”.
Trump redobló su amenaza del martes de “fuego y furia” contra Corea del Norte, diciendo a los periodistas que quizás sus palabras “no fueron lo suficientemente duras”.
Habló con reporteros después de un almuerzo con el vicepresidente, Mike Pence, en Bedminster, Nueva Jersey; ambos estuvieron acompañados por el consejero de Seguridad Nacional H.R. McMaster.
Las últimas declaraciones de Trump tras varios días de intensos intercambios retóricos entre EU y Corea del Norte provocaron, en parte, un voto unánime el sábado por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para imponer nuevas sanciones contra el régimen de Kim Jong Un.