La matanza en San Antonio, Texas, deja como saldo 26 personas muertas y decenas de heridos así lo confirmó el gobernador de Texas, Greg Abbott, en una rueda de prensa; Abbott dijo que el tiroteo ocurrido en el templo First Baptist Church, en Sutherland Springs, es la peor matanza que haya ocurrido en el estado.

El autor del tiroteo fue identificado como Devin Patrick Kelley, con domicilio en New Braunfels, en las afueras de San Antonio, contaba con 26 años y había formado parte de las Fuerzas Aéreas estadounidenses desde 2010. En 2012 se vio ante la justicia militar por asalto a su esposa y a su hijo, resultando confinado por 9 meses y reducido de rango, para luego ser expulsado con deshonor.

Los hechos de la tragedia en San Antonio, ocurrieron a las 11:20 hora local, momento en que se celebraba en la pequeña iglesia un oficio religioso, el atacante fue visto en una estación de servicio y poco después entró y disparó con un rifle semiautomático con el cual asesino a 26 personas de entre 5 y 72 años, incluyendo una mujer embarazada, aunque entre los heridos, hay personas reportadas como graves y se teme aumente el número de víctimas.

Tras la matanza, Devin Patrick Kelley, fue detenido por un ciudadano que empleando su propia arma, le condujo hasta el interior de su vehículo. Allí fue encontrado muerto, pero las autoridades aún no han especificado si fue por un disparo auto-infringido o procedente del vecino que le encañono.

A Kelley no se le conocen conexiones con grupos terroristas y se las investigaciones aun no hallan un motivo que le impulsó a protagonizar el tiroteo.

De alguna forma las redes sociales advirtieron del latente peligro que representaba Kelley dado sus antecedentes de violencia, pues en su muro de Facebook mostró una imagen de un rifle de asalto con el texto “She’s a bad bitch”, un término que en inglés tiene más connotaciones pero que se podría traducir como “ella es una mala zorra”.

Como contexto del debate existente en el Congreso de las leyes para portación de armas en Estados Unidos, y a pesar de tener claros antecedentes criminales, Kelley pudo comprar un rifle Ruger AR-556 en abril de 2016 en una tienda de Sports Sports & Outdoors en San Antonio. Al completar la documentación de antecedentes para poder adquirir el arma, el joven marcó una casilla en la que indicaba que no tenía un historial criminal descalificante, y dijo que vivía en Colorado Springs cuando se indicó que rellenar un formulario con su dirección. Esto exhibe de nuevo la facilidad de adquirir un arma legalmente y los endebles filtros de seguridad para la venta de armas y municiones en la unión americana.