En su discurso de victoria, Macron prometió ser el “presidente de todos y cada uno de ustedes”. Luego agradeció a sus seguidores y reconoció que muchos, como en 2017, votaron por él simplemente para bloquear a la ultraderecha.
Marine Le Pen, la tres veces aspirante a convertirse en la primera mujer presidenta, admitió la derrota en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, pero dijo que sus resultados fueron, a pesar de esto, una victoria.
El triunfo de Macron aleja el proyecto de ruptura de la candidata de RN, de 53 años, que aboga por excluir a los extranjeros de las ayudas sociales inscribiendo la “prioridad nacional” en la Constitución y abandonar el mando integrado de la OTAN.
Casi todos los líderes comunitarios le han felicitado por su victoria y se han congratulado de que un proyecto tan europeo como el de Macron prevalezca frente a las propuestas aislacionistas y nacionalistas.