Aunque hubo mucho debate en dar como una disciplina olímpica el snowboard, pero ante el arrastre que tiene como una disciplina profesional, con mucho patrocinio y que genera millones de dólares; el estadounidense Redmond Gerard, de 17 años de edad, se convirtió este domingo en el primer campeón olímpico de snowboard y de su país en los Juegos de Pyeongchang, en Corea del Sur. Gerard ganó por delante de dos canadienses, Max Parrot y Mark McMorris, que se colgaron al pecho las medallas de plata y bronce, respectivamente.
En una disciplina en la que un panel de jueces evalúa los trucos que se hacen en una pista con enormes saltos, en la que los más técnicos y difíciles, así como la altura y la velocidad, aumentan la puntuación.
El joven talento de Westlake (Ohio), que había logrado la séptima puntuación en la primera ronda y la décima en la segunda, forjó su éxito en una impecable tercera manga, en la que su ejercicio fue valorado con 87,16 puntos, 1,16 más que Parrot, que también fue de menos a más y recibió su mejor valoración en la última ronda.
McMorris, que, lideraba la prueba tras la segunda, con 85,20 unidades, se cayó en el último salto cuando estaba bordando su tercer ejercicio y se tuvo que ‘conformar’ con repetir el bronce logrado hace cuatro años, en el debut de Sochi.
El noruego Staale Sandbech, plata olímpica hace cuatro años, fue cuarto; mientras que el neocelandés de padre español Carlos García Knight -que lideraba tras el primer acto- acabó quinto.