Teresa Parra habitaba desde enero uno de los 24 departamentos del Condominio San José, en la Avenida Emiliano Zapata 56, en la colonia Portales. El departamento era de su hermana Lucía, quien lo liquidó de contado. Les dijeron que era un edificio hecho con la mejor tecnología, un edificio inteligente y sustentable. El martes pasado, su departamento colapsó. “Ni siquiera había empezado bien el sismo y ya se había caído”, cuenta Parra.
“Nos mostraron premios que habían ganado por arquitectura y construcción, pero la verdad nunca lo corroboramos. Creímos lo que la empresa nos decía, cuando compras no piensas en que te mienten, y lo hicieron”, afirma Parra.
El edificio de seis niveles y 24 departamentos estaba totalmente ocupado. Varios inquilinos aseguran que cuatro de los departamentos eran de miembros de la constructora, Canada Building Systems México, el nombre con el que aparece la desarrolladora en los contratos de compra-venta de los inquilinos.
Desde el martes, elementos del ejercito resguardan el edificio. Han asistido miembros de Protección Civil, ingenieros estructuristas de la UNAM y otros expertos. Su conclusión a simple vista es que los materiales no eran los adecuados, que hubo negligencia en su uso, que las columnas no tenían el tamaño requerido.
“Cuando levantamos escombros entre los vecinos, vimos que no pesaban, y que pusieron mallas que se doblaban con las manos. Los ingenieros que vinieron nos dijeron que eso no se usa ni para las jaulas de los pollos”, destaca una joven que rentaba un departamento y que ahora busca al propietario, pues desde la semana pasada dejó de responder sus llamadas.
Los ingenieros y arquitectos externos que revisaron el edificio dijeron a los inquilinos que eso era una “popotera”, debido a la fragilidad, agrega Parra.
Los departamentos se vendieron hace un año en aproximadamente 2.2 millones de pesos. Al cierre del mes pasado, el precio promedio en la zona era de 3.1 millones de pesos, de acuerdo con datos de Propiedades.com.
Hasta el momento, la empresa no se quiere hacer responsable de los daños, coinciden varios vecinos, pese a que el edificio tiene apenas un año de vida.
El representante legal de la compañía, Jorge Márquez, se reunió este lunes con los vecinos y les pidió realizar un peritaje con un experto independiente, que pueda darles pistas sobre qué causó el desplome, ya que hasta el momento dijo que no se puede imputar a la empresa.
“La idea es que tengan toda la documentación oficial, el objetivo de la empresa… Para que me entiendan, como ustedes ven las cosas, buscan un responsable y la empresa dice que no es responsable. La labor de un abogado es mediar entre ambos, vamos a buscar que ustedes tengan el mejor de los beneficios. No vengo a pelear con nadie, soy un abogado diferente”, dijo Márquez a los vecinos.
Los propietarios ya buscan la forma de entablar una demanda, aunque cada uno tiene abogados distintos, con diferentes estrategias, pues cada uno compró de forma distinta, con o sin seguro, y no saben qué se debe hacer en estos casos.
Por ejemplo, Alejandra Castillo adquirió su departamento con crédito hipotecario bancario. Hasta el momento le han dicho que revisarán el seguro de vivienda, pero que su deuda seguirá generando intereses. Expansión buscó a la empresa para entrevista, pero ésta no respondió.
Erick Saldaña es uno de ellos. Compró en mayo del año pasado y se mudó en enero. Ahora, aunque el edificio no está dañado estructuralmente, se cuarteó una pared del gimnasio y hay cuatro pisos con daños en los muros. “Ya habíamos hecho llamadas de atención a la constructora por daños que surgían”, explica Saldaña. Los vecinos, agrega, no recibieron respuesta.